Las desenfrenadas celebraciones que siguieron a los dos primeros títulos de boxeo de China no pudieron ocultar el hecho de que el deporte necesita algunos asaltos más para convertirse en el respetable miembro de la familia olímpica que aspira ser.
El pugilista peso mosca liviano Zou Shiming y el mediopesado Zhang Xiaoping se llevaron medallas doradas para el país anfitrión y ayudaron a convertirlo en una nación líder en boxeo, tras dos semanas de acción malogradas por una importante dosis de controversias sobre el nivel de los jurados.
Abucheados por un pequeño pero escandaloso contingente irlandés, luego de que Kenny Egan perdiera ante Zhang el domingo, les sirvió para recordar que existió una crítica constante sobre los jueces a lo largo de toda la competencia.
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