miércoles, 10 de diciembre de 2008

Medina se fue a la lona por amenazas de muerte

El pasado sábado, Sergio Medina perdió por KO ante el puertorriqueño Juanma López en Las Vegas. La pelea por el título mundial del peso supergallo duró minuto y medio. "En el pesaje me dijeron que si no me tiraba en el primer asalto no salía vivo de Estados Unidos", según afirmo Medina.
Juan Manuel López y Sergio Medina se enfrentaron el sábado en Las Vegas. Lo que no hubiera pasado de simple aperitivo del Pacquiao-De la Hoya, plato fuerte de la noche en el MGM, se ha convertido en picante del bueno tras la denuncia de Medina de haber recibido amenazas de muerte antes de la pelea. El púgil argentino justifica así su KOT cuando apenas había transcurrido un minuto y medio de combate. "Durante el pesaje me dijeron que si no me tiraba en el primer asalto no salía vivo de Estados Unidos", declaró a la emisora de radio FM Aires.

Así termina la historia de Oscar de la Hoya en el boxeo

Casi siempre termina de la misma manera, aún para los mejores del circuito. Es la manera que terminó para Muhammad Ali. Sigue siendo el mismo final para Roy Jones.

Y ahora es la manera en que va a terminar para Oscar De la Hoya.

Hasta aquellos que predijeron que el tamaño y estilo de De la Hoya abrumaría a Manny Pacquiao ofrecieron una pequeña pero significante advertencia: Si De la Hoya no podía mantenerse al tope, si no podía utilizar su jab con suficiente velocidad y autoridad, Pacquiao tenía la chance de acercarse, apalear al cuerpo de De la Hoya y sorprenderlo camino a una victoria por puntos.

De la Hoya no tenía nada. Desde el primer round, se mostró perplejo, sin poder responder a medida que el filipino rebotaba sobre sus tobillos y se preparaba apara aterrizar su izquierda con facilidad suprema. Pero al menos los primeros rounds intentó mantenerse en el juego, haciendo lo que pudo para utilizar su velocidad a su favor, intentando aterrizar una mano derecha.

Pero luego en el cuarto round, Pacquiao mejoró su juego, mezclando golpes al cuerpo que obligaron a De la Hoya a arrodillarse y dejar su cabeza vulnerable para mayor castigo de las explosivas combinaciones del filipino.

Aún así, mientras Pacquiao continuaba apaleando a De la Hoya con combinaciones y seguía evadiendo sus contraataques, eso no fue nada en comparación a los últimos rounds.

Digan lo que quieran de De la Hoya, acerca de las victorias que debieran haber sido derrotas o las derrotas que debieran haber sido victorias, pero con la excepción de su pelea contra Bernard Hopkins, siempre se había mostrado competitivo en cada una de sus peleas.

Y sin embargo allí lo vimos, en los minutos finales de lo que probablemente sea la última pelea de su carrera, abatido contra las cuerdas mientras Pacquiao lo asaltaba.

De la Hoya se cubrió y no ofreció nada en respuesta excepto a invitar al árbitro Tony Weeks a detener la pelea para evitarlo de seguir siendo castigado y sufriendo la humillación.

Weeks lo miró de cerca, lo pensó, pero al final fue Nacho Beristain quien hizo lo que su boxeador quería y señaló que la pelea estaba terminada.


Pero, como sucede con el boxeo, cuando un boxeador cae, otro surge. De la Hoya podrá estar terminado, pero se necesitó a Pacquiao para terminar con él, de la misma manera que terminó con Erik Morales.

De la Hoya era el favorito cuando entró al ring el sábado por la noche. Para cuando el apaleamiento había terminado, la antorcha había sido transferida, y la página se había dado vuelta.

Al final de la noche, era el pequeño quien se había llevado el premio mayor.